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El director del Centro Mario Molina, Gianni López, destaca que, al adoptar esta fuente de energía, las grandes industrias podrían reducir su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir su huella de carbono.
El director del Centro Mario Molina, Gianni López, asegura que Chile, con su abundancia de recursos renovables, puede producir hidrógeno verde de manera competitiva.
“Al integrar este hidrógeno verde en nuestra matriz, podríamos diversificar nuestras fuentes de energía, estabilizar la red eléctrica y contribuir a la reducción de emisiones, posicionándonos como líderes en la transición hacia una economía baja en carbono. Todavía estamos a tiempo para marcar la diferencia”, afirma.
Con más de 20 años de experiencia trabajando en proyectos relacionados con descarbonización y transporte limpio, dice que los mayores desafíos que Chile enfrenta al usar el hidrógeno verde incluyen la inversión inicial en infraestructura de producción y distribución, la necesidad de desarrollar tecnologías de almacenamiento y transporte eficientes, y la coordinación para establecer estándares y regulaciones. “Superar estos desafíos requerirá de una colaboración sólida entre el sector público y privado, así como una estrategia integral que fomente la investigación y la inversión en todo el ecosistema asociado a esta fuente de energía, esto es, que incluya la maduración de la demanda”, comenta.
Consultado acerca de cómo el hidrógeno verde puede ayudar a las grandes industrias en Chile, Gianni López asegura que el hidrógeno verde tiene el potencial de transformar a las grandes empresas del país hacia prácticas más limpias y sostenibles a largo plazo.
“Al adoptar esta fuente de energía, estas industrias podrían reducir su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir su huella de carbono. Además, la producción de hidrógeno verde podría abrir nuevas oportunidades de empleo y fomentar la innovación en sectores estratégicos, impulsando nuestra competitividad global”, destaca.
Vehículo a hidrógeno para la minería
El director del Centro Molina cree que la incorporación de vehículos eléctricos en Chile va a tener un impacto profundo en la descarbonización del país, en la composición de la matriz energética y en el desarrollo de una economía más limpia y eficiente.
Comenta que masificar el uso de vehículos cero emisiones en el sistema de transporte particular, comercial e industrial va a permitir también el desarrollo de una un sistema energético más descentralizado.
Revela que el Centro Mario Molina y la empresa catalana QEV Technologies, líder en movilidad eléctrica, han diseñado un vehículo de emisión cero de largo alcance para el transporte de personal, carga o para operar como ambulancias y otras aplicaciones.
Esta solución híbrida combina las tecnologías de batería eléctrica y celdas de combustible de hidrógeno verde para ofrecer al mercado un vehículo comercial de largo alcance y emisiones cero reales.
Diseñado específicamente para satisfacer la demanda de transporte en el sector minero y forestal, este vehículo tiene una autonomía de aproximadamente 500 kilómetros y puede transportar (según la aplicación elegida) hasta 19 pasajeros o cargas de hasta 6 toneladas.
“Es una solución a un problema real, que es la limitada autonomía de los vehículos eléctricos para operar en distancias largas con carga”, comenta López, quien anticipa que es “un desarrollo muy competitivo y que pronto se exhibirá en Chile”.
Este vehículo permite la sustitución de minibuses diésel contaminantes, camiones de carga medianos y vehículos especiales, como ambulancias y vehículos de rescate, que operan en la minería y en zonas rurales. Esperamos estudiar en profundidad este desarrollo con el fin de acelerar casos de negocio y superar las barreras de inversión.
“La integración de vehículos híbridos enchufables y de hidrógeno en la cadena de valor de la producción de recursos naturales no solo puede reducir emisiones, sino también mejorar la eficiencia y la competitividad de nuestra industria extractiva a nivel internacional. Estamos convencidos que éste es el camino y que vamos a ser capaces, a partir de la innovación y desarrollo tecnológico, de crear nuevas soluciones para otras necesidades o procesos de la industria minera”, asegura el director del Centro Mario Molina.
Fotografía. Al frente, Gianni López, del CMM, junto con Joan Orús, fundador de QEV Technologies.
cmm
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